Nunca le había prestado atención a la forma en que los escritores de los evangelios enfatizan el hecho de que la tumba donde Jesús fue enterrado nunca antes había sido usada, convirtiéndola en una tumba “virgen”. Después de que alguien mencionó este detalle hace unas semanas y mientras mi emoción por la temporada de Adviento crecía, no pude dejar de pensar en la conexión entre Adviento y el Sábado Santo. En el Domingo de Resurrección celebramos vida -Jesús sale de una tumba virgen habiendo derrotado a la muerte, pero antes de que llegara la mañana del Domingo, hubo un largo sábado. El Sábado Santo es un día que usualmente ignoramos, pero hoy, mientras esperamos el día en que la muerte ya no exista, vivimos en un largo sábado. Vivir en este sábado es difícil porque aquí es dónde enfrentamos la realidad de que, al igual que los discípulos de camino a Emaús confesaron, abrigábamos la esperanza de que las cosas serían diferentes. En el domingo ya no habrá más lágrimas, pero durante el sábado abrazamos el lamento.
El Vientre y La Tumba
El Vientre y La Tumba
El Vientre y La Tumba
Nunca le había prestado atención a la forma en que los escritores de los evangelios enfatizan el hecho de que la tumba donde Jesús fue enterrado nunca antes había sido usada, convirtiéndola en una tumba “virgen”. Después de que alguien mencionó este detalle hace unas semanas y mientras mi emoción por la temporada de Adviento crecía, no pude dejar de pensar en la conexión entre Adviento y el Sábado Santo. En el Domingo de Resurrección celebramos vida -Jesús sale de una tumba virgen habiendo derrotado a la muerte, pero antes de que llegara la mañana del Domingo, hubo un largo sábado. El Sábado Santo es un día que usualmente ignoramos, pero hoy, mientras esperamos el día en que la muerte ya no exista, vivimos en un largo sábado. Vivir en este sábado es difícil porque aquí es dónde enfrentamos la realidad de que, al igual que los discípulos de camino a Emaús confesaron, abrigábamos la esperanza de que las cosas serían diferentes. En el domingo ya no habrá más lágrimas, pero durante el sábado abrazamos el lamento.